Hoy quiero compartir con vosotros una experiencia muy especial: la final de Aeropress de la Comunidad Valenciana, que tuvo lugar en mi tierra, Albir, en D·Origen Coffee Roasters. Este evento fue mi pase a la final nacional y, como os podéis imaginar, vivirlo en casa, rodeado de mi gente y compitiendo con amigos, lo hizo aún más memorable.
Competir en Casa: Una Experiencia Única
Hay algo mágico en competir donde todo comenzó. Saber que estás rodeado de personas que te apoyan y creen en ti da una tranquilidad que no se puede describir con palabras. En esta ocasión, tuve la suerte de sentir ese respaldo por parte de mi comunidad, de mis amigos y de la familia de D·Origen Coffee Roasters, que siempre ha sido un pilar importante en mi camino en el mundo del café.
Lo mejor de estas competiciones es que, además del reto personal, se convierten en la excusa perfecta para volver a ver a grandes amigos y colegas de este mundo. Este año, además, tuve el placer de enfrentarme en la final contra Agus, de Curador Café, alguien a quien admiro muchísimo, tanto como barista como persona. Competir con él fue un honor y un desafío que hizo esta experiencia aún más emocionante.
Un Pase a la Nacional y Algo Más
El objetivo estaba claro: quedar entre los primeros puestos y asegurarme ese pase a la final nacional. Para quienes no lo sepan, solo un porcentaje de los mejores competidores de cada comunidad logra llegar a esa etapa. Y, aunque el foco siempre está en dar lo mejor de mí, lo que más disfruto de llegar a la final nacional es volver a encontrarme con toda esa familia barista que he ido conociendo a lo largo de los años.
Cada final nacional se convierte en una auténtica reunión de apasionados por el café, donde no solo competimos, sino que compartimos, aprendemos y celebramos juntos. Es una experiencia que trasciende lo técnico y que te recuerda por qué amas lo que haces.
Reflexión Final: La Presión es Personal
Llevo varios años participando en esta competición y, aunque cada edición es diferente, hay algo que siempre se repite: la importancia de disfrutar del proceso. Después de la primera vez que competí, aprendí que la presión no viene de los jueces, ni del público, ni siquiera del tiempo. La presión es algo que nos ponemos nosotros mismos, y soltarla hace que todo sea mucho más divertido.
Quiero aprovechar este espacio para agradecer a todos los que hicieron posible esta competición en Albir. A los organizadores, a los competidores, y, por supuesto, a mi gente de D·Origen Coffee Roasters. Sin vosotros, esta experiencia no habría sido tan especial.
Si alguna vez habéis pensado en participar en una competición como esta, os animo a hacerlo. Más allá del resultado, lo que te llevas es una experiencia increíble y la oportunidad de conectar con personas que comparten tu misma pasión por el café.
¡Nos vemos en la próxima taza!




